La editorial Anagrama ha optado por detener de manera indefinida la distribución del libro «El odio», cuyo autor es Luisgé Martín. Este trabajo literario narra el crimen perpetrado en 2011 por José Bretón, quien acabó con la vida de sus dos hijos, un caso que conmocionó a la comunidad respecto a la violencia vicaria. En un comunicado reciente, la editorial señala su compromiso de acatar las medidas cautelares impulsadas por la Fiscalía para frenar la difusión de la obra. Anagrama subraya la importancia de equilibrar la libertad creativa con la salvaguarda de las víctimas, particularmente en libros basados en hechos reales, que requieren de una mayor responsabilidad y consideración.
La editorial también puntualiza que Luisgé Martín es el autor exclusivo de la obra y niega enérgicamente cualquier compensación, ya sea previa o futura, a José Bretón. Asimismo, expresa su total respeto hacia Ruth Ortiz, madre de los niños asesinados, y lamenta profundamente el sufrimiento que las noticias sobre la publicación y distribución del libro puedan haberle ocasionado.
La editorial también aclara que Luisgé Martín es el único autor de la obra y desmiente cualquier pago, pasado o futuro, a José Bretón. Además, manifiesta su respeto absoluto hacia Ruth Ortiz, madre de los niños asesinados, y lamenta el dolor que las informaciones sobre la publicación y distribución del libro puedan haberle causado.
La publicación de «El odio» estaba prevista para el 26 de marzo, pero los libros no aparecieron en las estanterías. En varias librerías del centro de Madrid, el título no estaba a la venta, y en los sitios web de algunas tiendas aparecía como «no disponible» o «agotado». Esta circunstancia provocó distintas reacciones entre los libreros y clientes, evidenciando la sensibilidad y polémica que envuelve al caso.
La publicación de «El odio» estaba programada para el 26 de marzo, pero los ejemplares no llegaron a las librerías como se esperaba. En varios establecimientos del centro de Madrid, el libro no estaba disponible, y en las páginas web de algunas librerías aparecía como «no disponible» o «agotado». Esta situación generó diversas reacciones entre los libreros y clientes, reflejando la sensibilidad y controversia que rodea al caso.
La polémica en torno a «El odio» ha reavivado el debate sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la intimidad de las víctimas en obras basadas en hechos reales. Mientras algunos defienden el derecho a la creación literaria y la exploración de temas complejos, otros consideran que dar voz a los perpetradores de crímenes atroces puede perpetuar el dolor de las víctimas y sus familias.