He Lifeng, quien ocupa el cargo de viceprimer ministro de China, se ha destacado como un actor importante en las conversaciones comerciales entre su nación y Estados Unidos. A la edad de 70 años, ha recorrido un largo camino desde su infancia en una zona rural hasta convertirse en el líder de la política económica del coloso asiático en una de las contiendas comerciales más significativas de la actualidad.
En su juventud, He fue enviado a laborar en una granja en la provincia de Fujian, como parte de los programas de reeducación rural implementados durante la Revolución Cultural. Más tarde, trabajó en una planta hidroeléctrica antes de mudarse a la ciudad costera de Xiamen, donde obtuvo un doctorado en Economía y emprendió su carrera política al ingresar al Partido Comunista Chino (PCCh).
Su carrera en política avanzó considerablemente cuando, en 1985, asumió el cargo de vicealcalde de Xiamen. Desde ese momento, ha desempeñado roles clave tanto en el ámbito local como a nivel nacional, destacándose por impulsar proyectos de modernización en infraestructura y comercio. En 2009, fue nombrado para dirigir el desarrollo de la primera zona piloto de libre comercio en el norte de China, ubicada en la ciudad de Tianjin. Cinco años después, tomó el puesto de subsecretario en la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal organismo encargado de la planificación económica en el país, y para 2017, pasó a liderar esta institución.
En 2021, He asumió el puesto de viceprimer ministro, tomando la responsabilidad de guiar la política económica y financiera de la nación. Su liderazgo se ha tornado aún más esencial con el aumento de las tensiones comerciales con Estados Unidos. Como líder de la Comisión Central de Finanzas y Asuntos Económicos, es responsable de administrar las políticas económicas y supervisar el sector financiero de China.
En 2021, He fue nombrado viceprimer ministro, asumiendo la responsabilidad de dirigir la política económica y financiera del país. Su papel se ha vuelto aún más crucial con el resurgimiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos. Como líder de la Comisión Central de Finanzas y Asuntos Económicos, está a cargo de gestionar las políticas económicas y supervisar el sector financiero de China.
Durante la primera guerra comercial, el gobierno estadounidense impuso aranceles sobre productos chinos valorados en cerca de 550,000 millones de dólares, a lo que China replicó con impuestos sobre productos estadounidenses por un total de 185,000 millones de dólares. Con la reciente reanudación de esta disputa, China ha anunciado medidas de represalia, imponiendo aranceles del 10% al 15% a productos clave de Estados Unidos, tales como gas licuado y petróleo. Además, el gobierno chino ha puesto restricciones a la importación de minerales estratégicos e iniciado una investigación antimonopolio contra una destacada empresa tecnológica estadounidense.
Desde la Casa Blanca, la administración estadounidense ha restado importancia a las represalias chinas, aunque ha reafirmado su posición en la disputa comercial, justificando las acciones basadas en el déficit comercial con China, que llegó a 270.000 millones de dólares en 2024.
He Lifeng, además de su función en el gobierno, es un cercano colaborador del presidente chino. Su relación con el máximo líder del país se inició hace más de cuarenta años, cuando ambos coincidieron en Xiamen. Esta cercanía le otorga una posición de influencia y confianza dentro del partido, fortaleciendo su papel en las actuales negociaciones comerciales.
He Lifeng, además de su rol en el gobierno, es un estrecho aliado del presidente chino. Su relación con el líder del país se remonta a hace más de cuatro décadas, cuando ambos coincidieron en Xiamen. Esta cercanía le otorga una posición de poder y confianza dentro del partido, lo que refuerza su papel en las actuales negociaciones comerciales.
Tras la reciente victoria electoral en Estados Unidos y las amenazas previas de imponer aranceles de hasta un 60% sobre productos chinos, He ha comenzado a preparar la estrategia económica de su país para afrontar una posible escalada de la guerra comercial. En los últimos meses, ha mantenido reuniones con líderes financieros internacionales y ha expresado la disposición de China a reducir ciertas barreras comerciales con Europa para fomentar la inversión extranjera y fortalecer su posición en el comercio global.