Mark Carney, quien fue gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, ha sido seleccionado como el nuevo dirigente del Partido Liberal de Canadá, lo que lo prepara para ser el futuro primer ministro del país. La votación tuvo lugar el 9 de marzo de 2025, y Carney contó con un respaldo contundente, recibiendo el 86% de los sufragios en un proceso que incluyó la participación de más de 150,000 miembros del partido. Su triunfo representa un giro importante en la política canadiense, ya que toma el lugar de Justin Trudeau, quien anunció su dimisión como líder del Partido Liberal en enero de 2025 después de más de ocho años al mando.
El cambio de liderazgo ocurre en un ambiente de creciente tensión internacional, particularmente con Estados Unidos, durante una fase en la que la relación entre ambas naciones se ha visto afectada por una guerra comercial y declaraciones por parte del gobierno estadounidense que han provocado una fuerte desaprobación en Canadá. En los últimos tiempos, la administración de Trudeau había enfrentado críticas, sobre todo debido a la inflación y las políticas migratorias que llevaba a cabo, lo que, junto a las objeciones internas, influyó en su decisión de abandonar el puesto.
El mensaje de Carney tras ser seleccionado como líder del partido mostró un tono desafiante y patriótico. Declaró que Canadá está más unido que nunca y que su partido está preparado para enfrentar los desafíos futuros. Carney, quien desempeñó un papel crucial durante la gestión de la crisis financiera global de 2008, también fue categórico respecto a las tensiones con Estados Unidos, afirmando que Canadá «nunca formará parte de Estados Unidos bajo ninguna circunstancia». Sus palabras respondieron claramente a la retórica nacionalista y proteccionista del presidente estadounidense Donald Trump, quien en múltiples ocasiones ha insinuado que Canadá podría convertirse en el estado 51 de la unión.
En su alocución, Carney destacó la importancia de preservar la soberanía de Canadá y defender sus recursos naturales frente a las presiones externas. Arremetió contra las políticas comerciales de Trump, particularmente en relación a los aranceles que Estados Unidos ha aplicado a los productos canadienses. Además, señaló que los estadounidenses «anhelan nuestros recursos, agua, nuestra tierra, nuestro país», y alertó sobre los riesgos que implicaría sucumbir ante estas exigencias.
En su discurso, Carney hizo hincapié en la necesidad de mantener la independencia de Canadá y proteger sus recursos naturales frente a las presiones extranjeras. Criticó fuertemente las políticas comerciales de Trump, especialmente en lo que respecta a los aranceles impuestos por Estados Unidos a los productos canadienses. También mencionó que los estadounidenses «quieren nuestros recursos, agua, nuestra tierra, nuestro país», y advirtió sobre los peligros que representaría ceder ante estas demandas.
La elección de Carney como líder del Partido Liberal no fue sencilla. Enfrentó una competencia interna significativa, destacándose Chrystia Freeland, exviceprimera ministra, quien también aspiraba al puesto. Sin embargo, Carney logró atraer el apoyo de una amplia franja del partido, incluidas figuras clave del gobierno y el sector financiero. Aunque Carney carece de experiencia política directa, su renombrada carrera en el mundo financiero y su capacidad para gestionar crisis económicas lo posicionaron como una figura fuerte para enfrentar los desafíos que atraviesa Canadá.
Por otro lado, la despedida de Trudeau fue emotiva. A pesar de las críticas que recibió en sus últimos meses de mandato, Trudeau fue ovacionado por los miembros de su partido, quienes le agradecieron su liderazgo durante una década. En su último discurso como líder, Trudeau destacó los logros de su gobierno y reiteró que Canadá es un país que luchará por sus valores fundamentales, como la democracia y la libertad, especialmente en tiempos de adversidad. También hizo un llamado a la unidad y al esfuerzo conjunto para afrontar los retos del futuro.
El reemplazo de Trudeau por Carney se da en un momento crítico para Canadá, ya que el país se enfrenta a un escenario internacional complejo, con tensiones crecientes con Estados Unidos y una necesidad urgente de redefinir su papel en la política global. Las futuras elecciones federales, que podrían convocarse en los próximos meses, serán cruciales para determinar el rumbo del país y la forma en que su nuevo liderazgo abordará las crecientes divisiones internas y externas.
Mark Carney, ahora líder del Partido Liberal y próximo primer ministro, tiene ante sí el desafío de unir al país y navegar las aguas turbulentas de la política global mientras enfrenta las tensiones internas derivadas de las políticas de su predecesor. En este contexto, su enfoque económico y su postura firme frente a las presiones extranjeras podrían ser claves para definir su éxito en los próximos años.