‘No hay un final a la vista’: las ciudades israelíes evacuadas se preparan para una posible guerra con Hezbollah

En la frontera entre Líbano e Israel, un intercambio casi diario de lanzamientos de misiles que comenzó el 7 de octubre amenaza con desencadenar una guerra más amplia. Y las comunidades de ambos lados están atrapadas en el fuego cruzado. Avichai Stern, alcalde de la ciudad más septentrional de Israel, Kiryat Shmona, acude al lugar de un reciente ataque con cohetes de Hezbolá para evaluar los daños. Su ciudad está situada a sólo un kilómetro y medio de la frontera con el Líbano, lo que la convierte en un blanco fácil. Pero los edificios aquí están en su mayoría vacíos ahora. En los días posteriores al 7 de octubre, el ejército israelí evacuó a 125.000 residentes de las zonas fronterizas por temor a otro ataque importante. Este es el mayor desplazamiento interno en la historia del país. Ahora, más de tres meses después del ataque de Hamás, el gobierno enfrenta una presión cada vez mayor para expulsar a las fuerzas de Hezbolá de la frontera y traer de vuelta a más de 20.000 personas desplazadas de Kiryat Shmona. Hay otros, como el ex alcalde de la ciudad, que han decidido quedarse y dicen haber vivido con la amenaza de Hezbolá durante años. Sostiene que el gobierno no debería haber obligado a los residentes a marcharse. El sistema de defensa israelí intercepta algunos cohetes, pero aquí muchos logran pasar. El alcalde Stern viaja entre su ciudad y hoteles financiados por el estado en el sur, recordando a los residentes y a las personas desplazadas que la fuerza de élite Radwan de Hezbollah todavía representa una amenaza. En declaraciones a los soldados en Kiryat Shmona el 9 de enero, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu dijo que Israel atacará al Líbano con la misma intensidad con la que atacó a Gaza si Hezbolá no se retira. En los últimos días, el ejército israelí ha dicho que está desplegado a lo largo de toda la frontera norte y listo para defender y atacar. A pesar de las súplicas de sus residentes, el alcalde Stern dice que no se vislumbra un final para la evacuación de su ciudad.